Agridulce es el gusto con el que fueron recibidos los resultados de las elecciones en el bunker conservador. Dulce porque por primera vez el conservadurismo en alguna de sus formas llega a la jefatura de estado por las vías democráticas. Agrio porque el PC no ha logrado una mayoría propia en la Cámara de Senadores.
Lo agrio no lo sería tanto, ya que el PC jamás ha tenido mayoría propia en Senadores, sino fuera porque la llegada de la liberal Gloria Oviedo al Congreso podría representar la ruptura del pacto de gobierno que permitió a Tony Landrut ser Secretario Federal durante toda la III Legislatura.
Si Oviedo mantiene la línea discursiva de su campaña, la alianza conservadora-liberal posiblemente se rompa abriendo una nueva oportunidad a los transversales de hacerse con el Gobierno.
Ante esta compleja situación, en la que el a veces ninguneado "tercer partido" parece jugar la carte clave, es de suponer que los días que corren hasta la asunción de las nuevas autoridades el 9 de agosto serán jornadas de fuertes negociaciones políticas.
Lo que nos abre diversas preguntas que serán contestadas por los acontecimientos próximos ¿La supuesta interna liberal Oviedo-Lopardo influirá realmente en la formación de gobierno? provisoriamente me juego a que sí. Francisco Lopardo fué el gestor de la alianza con los conservadores, y ahora que ejerce como gobernador de un microestado difícilmente quiera romper. Gloria Oviedo, por su parte, está viviendo su "clímax" al tener en ella un poder sumamente importante para negociar ó no con los otros dos partidos.
Por otro lado cabe preguntarse ¿Intentará también el transversalismo seducir a Oviedo? podría responderse que es muy posible que la dirigente transversal Elisa von Braun intente atraer a Oviedo con un discurso de tipo "federalista". Lo que no se ve tan posible es que la flamante senadora liberal caiga bajo los encantos del PT.
Finalmente, cabe una tercera incógnita ¿Qué rol jugará el nuevo Basileo? Edmundo O'Flanagan es, sin duda, el gran beneficado de la jornada electoral y quien mayor legitimidad política tiene para intentar formar un gobierno. Al igual que en el caso de Oviedo (ambos nuevos en el ámbito de la política federal) tiene frente a sí un panorama de fuerte responsabilidad, y de oportunidad. Será crucial el juego político que el "conservador moderado" O'Flanagan elija para mantener a su partido en el gobierno.
Ofelia Larsson.
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